Gastronomía

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Platos navideños para sorprender a tus visitas

Si hay algo que caracteriza la Navidad por encima de las luces en las calles, las ferias y canciones, o incluso el intercambio de regalos, eso son las comidas y cenas con familiares y amigos. Y es que se podría decir que allí reside la auténtica esencia de estas fiestas: en hacer un sitio en nuestro hogar para nuestros seres queridos y sentarnos alrededor de la mesa para rememorar cómo ha sido el año que termina y compartir nuestras ilusiones para el que está por venir, mientras disfrutamos de platos deliciosos y preparados con el máximo mimo. Repasamos algunas recetas con las que podrás impresionar a tus invitados y disfrutar junto a ellos de una velada deliciosa (porciones pensadas para 6 comensales).

Hay muchas formas de iniciar una cena navideña, y aquí proponemos arrancar con un entrante cálido y lleno de sabor para que nuestros invitados se sientan a gusto desde la primera cucharada: sopa de setas con crujiente de semillas. Para este sabroso entrante vamos a comenzar lavando y cortando nuestra selección de verduras —puerros, cebolletas, chirivías— y setas variadas, rehogadas en aceite hasta que empiecen a ablandarse, para luego cocinarlas en agua entre media y una hora hasta conseguir nuestro condimentado caldo. Para acompañarlo, estiraremos una lámina de hojaldre pintada con huevo batido, la espolvorearemos con semillas y la cortaremos en bastones. Tras 10 o 15 minutos horneados a 200 grados, tendremos unos ricos y crujientes bastoncillos para untar en nuestra sopa.

Otra opción que satisfará a nuestros comensales y embellecerá nuestra mesa es la tarta salada de cebolla caramelizada, gorgonzola y calabaza. En este caso, comenzamos preparando nuestra masa brisa, comprada o hecha en casa a base de harina, mantequilla y sal, sobre la cual dispondremos el resto de elementos. En paralelo, salpimentaremos y rociaremos con aceite el relleno de calabaza, unos 450 gramos, cocinándolo al microondas durante unos cinco minutos. Sobre la masa brisa colocaremos la cebolla caramelizada, aderezada con el relleno de calabaza y gorgonzola cortado a dados. Es importante dejar algo de margen en los bordes de la masa para poder cerrar los extremos. Tras pintarla con leche y espolvorearle semillas de sésamo, ¡la horneamos por 30 minutos a 180 grados y a disfrutar!

Pero si prefieres comenzar la velada con algo más ligero —aunque igualmente sabroso— la ensalada de peras caramelizadas es para ti. Este hermoso plato se inicia calentando unas cuantas lonchas de beicon y cortándolas en trozos irregulares. En una sartén con 30 gramos de mantequilla, 2 cucharadas de miel y una pizca de sal, cocinamos durante 5 minutos las peras peladas, añadiendo vinagre de Módena durante el último minuto. Retiramos las peras y añadimos a la sartén una cucharada de frutos secos y otra de mostaza. El aceite de oliva puede aligerar la textura de ser necesario. Para servir, comenzar con la base de brotes tiernos de lechuga, colocar encima las peras, un poco de gorgonzola desmigado, el beicon y, encima de todo ello, el aliño con frutos secos. Se os hará la boca agua con sólo ver el resultado.

Dejando atrás los entrantes, encaramos la sección de principales con una delicia como el carré de cordero con gratinado de tubérculos. Para el gratinado, pelaremos y cortaremos los nabos, zanahorias y remolachas, y los colocaremos en una fuente frotada con dientes de ajo, antes de espolvorearlos con parmesano rallado y tomillo fresco. Esto se horneará a 170 grados durante una hora. El carré se pintará con mostaza y salpimienta antes de incrustarle los ajos por encima. Debe pasar media hora en el horno a unos 190 grados, para luego pintarse de nuevo con mostaza y miel. Tras un reposo de 10 minutos envuelto en papel de plata, estará listo para encontrarse con el gratinado en nuestro plato.

Los amantes del pescado y el marisco tienen su plato ideal en el siguiente plato: ragout de rape y langostinos. Para empezar, deberemos retirar las espinas del rape y pelar el marisco —unos 750 gramos de cada cosa— rehogando las cáscaras y cabezas en aceite, cociéndolo por 20 minutos en el fumet antes de colarlo. Cortamos 3 cebollas y las doramos a la sartén, añadiendo un diente de ajo picado y cuatro cucharadas de tomate frito, sazonando con medio litro de vino blanco. Agregaremos 30 gramos de harina y nuestro caldo para cocerlo hasta lograr una salsa espesa. Aquí incorporamos el pescado y zumo de un par de naranjas, y lo hervimos todo durante 5 minutos antes de espolvorear con perejil. Hervimos unos tallarines verdes y, una vez escurridos, los cubrimos con todo lo demás.

Una tercera opción para un principal contundente y sabroso, con el toque y la calidez que se busca en estas fechas tan especiales, es el confit de pato con costra y salsa de frambuesas. Deberemos mezclar 100 gramos de azúcar blanco con un par de cucharadas de especias variadas como pueden ser el tomillo, el romero, la canela, etc., horneando un cuarto de hora a unos 190 grados. Reducimos un decilitro de vino blanco a la mitad, incorporamos la misma cantidad de salsa de soja y, a continuación, trituramos todo con 200 gramos de mermelada de frambuesas. Servimos todo junto a nuestros confits de pato y acompañamos con patatas paja.

Tras tan sabrosos y consistentes platos, llegamos al postre con el que afrontaremos la recta final de la velada y su sobremesa. Una opción más que elegante y festiva en este punto pueden ser las peras al champán con miel y romero. Volvemos a recurrir a esta suave fruta para, en este caso, pelarla respetando su forma curva y dejándole el rabito en su sitio, cortando la base lo suficiente como para que la fruta se aguante de pie. Se riegan las peras con champán y luego se espolvorean con azúcar en una cazuela hasta alcanzar el punto de ebullición y luego bajar el fuego. Deben cocerse una media hora antes de retirarse. Se mezclan 3 decilitros de nata para montar con 70 gramos de miel de romero hasta tener una salsa homogénea y se cubren las peras con ella. Tras dejarlas enfriar un poco, se adornan en el plato con un poco de anís estrellado y quedan listas para servir.

Para terminar, si entre los invitados hay niños pequeños con muchas ganas de participar en estas fiestas, no puedes olvidarte de preparar junto a ellos las típicas y buenísimas galletas de Navidad. Su preparación es tan sencilla como deliciosa. Comenzamos haciendo la mezcla de 125 gramos de mantequilla con 55 gramos de azúcar glas. Entonces, añadimos 180 gramos de harina y una pizquita de sal, y se extiende con un rodillo hasta que la masa tenga no más de 2 centímetros de grosor. Cuando se haya enfriado un poco, cortamos la masa con nuestros moldes favoritos de Navidad, ¡con formas de estrellas, árboles, copos de nieve y demás! Tras pincharlas con un tenedor, les espolvoreamos azúcar por encima y al horno a 190 grados hasta que los bordes estén doraditos. ¡Decoradas con fondant, mermeladas o acompañadas de un tazón de leche bien caliente, serán el postre ideal para una noche típica de Navidad en casa!